Piensa durante un momento en la persona o personas con las que más a gusto te encuentras. En esa persona con la que te agrada encontrarte, con la que estás bien, en paz.
¿Que
hace de especial contigo?
Te
escucha. Te atiende. Te entiende.
Uno de
los regalos que más valoramos los humanos es que nos escuchen de
forma auténtica, atendiéndonos, entendiéndonos, sin juzgarnos,
sin cuestionarnos, sin criticarnos.
Simplemente
que nos atiendan y nos entiendan.
Escuchar
es atender a lo que el otro nos dice con intención de
enterarnos de lo que nos dice, sin juzgar, sin interrumpir, sin
cuestionar, transmitiéndole que nos estamos enterando.
Empatizar
es atender a lo que el otro siente
con intención de enterarnos de lo que siente, sin juzgar, sin
cuestionar, transmitiéndole que entendemos lo que siente.
PARA
QUÉ ESCUCHAR
Para
regalarle que se sienta mejor. Escuchar es un
regalo, podemos darlo o no.
Para
mejorar la relación con él. Escuchar es una herramienta
que ayuda a mejorar las relaciones. Podemos utilizar esa herramienta
o no.
Para
enterarnos de lo que nos dice. Podemos querer saber qué nos dice
o no. ¿Sabías que el 80 % de lo que nos dicen no nos sirve? Bien porque ya lo
sabíamos, o simplemente no nos interesa. Por tanto, esta es la razón
menos útil para escuchar.
CÓMO
ESCUCHAR
Disposición
auténtica, genuina, de querer escuchar. Disposición física
y psicológica.
Disposición
física: le miramos mientras nos habla, seguimos el hilo de la
conversación, a veces preguntamos para aclarar algo, otras resumimos
lo que ha dicho para comprobar que nos estamos enterando.
Y lo
hacemos sin cuestionar lo que dice, sin interrumpirle, sin juzgarle
por lo que dice. No aconsejamos, salvo que nos pida consejo. Si no nos pide consejo, sólo lo damos después de pedirle permiso para dar nuestra opinión.
Y si no la quiere, no la damos, seguimos escuchando.
Podemos
orientar la conversación con preguntas sobre lo que nos está
diciendo, pero él elegirá si quiere hablar de ello o no.
Hablamos
de lo suyo, no de lo nuestro. Lo nuestro aquí no encaja, aunque nos
apetezca mucho contarlo.
Nuestro objetivo es escucharle y hacer lo posible porque se sienta escuchado.
Disposición
psicológica: en mis adentros estoy dispuesto realmente a escuchar. Quiero escuchar. He decidido hacerlo libremente y he
elegido escuchar, por eso estoy escuchando. Y lo hago lo mejor que
sé, a gusto, sin quejarme por estarlo haciendo, sin tener que
hacerlo.
Me importa escucharle y mi disposición es auténtica en ese sentido.
¿CUÁNDO
ESTAMOS ESCUCHANDO?
Cuando
el otro se siente escuchado. El criterio para saber si escuchamos
bien o no lo tiene el que nos habla, si no se siente escuchado, no
estamos escuchando. Estaremos oyendo, estaremos recabando
información, pero no estamos escuchando. Escuchamos cuando
conseguimos que él, ella, se siente escuchado.
¿ES
OBLIGATORIO ESCUCHAR?
No. No
es obligatorio escuchar, es una opción. Cuando escuchamos
bien estamos regalando algo grande para el ser humano: sentirse
escuchado. Y eso nos hace importantes para él.
Las
personas a las que más valoramos, las que consideramos buenos
amigos, esas con las que nos gusta encontrarnos y quedar con ellas,
tienen todas algo en común: nos escuchan.
¿SON
MEJORES PERSONAS LAS QUE ESCUCHAN BIEN?
No.
Escuchar nada tiene que ver con la moralidad. Escuchar es una
herramienta útil que algunas personas han aprendido a utilizar mejor
que otras. Supieron cómo hacerlo y lo practicaron más a menudo.
TAREAS PARA MEJORAR
Practicar
escuchar con el objetivo de “regalarle” al otro que se
sienta escuchado.
Insisto,
no tenéis por qué hacerlo, pero os será útil saber hacerlo. Si
sólo escucháis para obtener información o para poder contar lo vuestro después de haber estado callados un rato mientras el otro habla, así no aprenderéis a escuchar.
Para aprender a escuchar es necesario practicar la escucha como
regalo.
Hola Manuel! Acabó de leer los artículos del blog y es un placer leerlos y aprovechar para sacar unos minutos para reflexionar sobre los mismos.
ResponderEliminarAsí que estoy deseando leer los próximos.
Ánimo con el blog y gracias por compartir tu tiempo y conocimiento con los demás.
Un fuerte abrazo.
Buen artículo Manuel. Hay algo que dices que es lo más importante: el no juzgar. Solo escucharemos realmente y con Amor si no juzgamos. Quizá lo más difícil para nuestra mente y nuestro ego. Un cariñoso saludo y gracias
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