Un regalo
Acompañar
como regalo. Ir, estar al lado de alguien en su camino, en el camino
de ese momento.
Como
decía Álvaro cuando nos fue a ver mientras mi padre estaba en el
hospital :
“Papá, cada vez más veo que, en esto de la salud, lo que más hacemos
es acompañar”.
Cuando
algo se tuerce, nuestro equilibrio, que ya es frágil, se deteriora.
Y se nos merma el valor de lo que nos hacía fuertes. Nos vemos
débiles, poca cosa. Somos menos conscientes de que podemos.
De ahí
que el que alguien te acompañe, te ayude a recuperar tu fuerza. A
recuperar tu valor. A recuperar tu equilibrio.
Acompañar
es caminar juntos, no caminar pegados. Dejar que el aire corra, que
ambos compañeros se sientan libres.
Acompañar
es estar. A veces sin más: estar.
Acompañar
es también una opción. Podemos no hacerlo. Podemos no darlo.
Podemos, también, para nosotros, no quererlo.
Estar ahí
Me
gusta cuando mi familia, mis amigos dicen “Gracias por estar ahí”.
No por el valor que me confieren, sino por saber que sin haber hecho
casi nada, les fue útil. Por confirmar el valor grande de acompañar.
Y
me gusta enseñar el valor de esa acción simple: acompañar.
Y
entender que lo valoren menos los que ahora menos necesitan ser
acompañados porque se acoplan a su equilibrio sin más necesidad.
La
mejor forma de enseñar el valor de acompañar es hacerlo. Y cuando
quieres sentirte acompañado, pedirlo sin exigirlo. La dificultad en
muchos casos estriba en que “exigimos” que nos acompañen porque
“nosotros les hemos acompañado”, “tenemos derecho”, “para
eso yo soy su..... padre/hijo/hermano/amigo/pareja”.
Recordad
cuando hablábamos de la diferencia entre pedir y exigir. Y de
nuestra área de control.
No
es fácil a veces. Ni acompañar, ni no ser acompañado.
Acompañar
de forma prolongada, a los hijos hasta que se van a su mundo, a tu
pareja hasta que uno de los dos se va o fallece, a los mayores hasta
que fallecen, añade la complejidad de que hay días que te gustaría
no hacerlo y has de revisar tu elección, verlo en su conjunto y
volver a elegir. Lo que elijas.
Como
siempre digo, la práctica nos hace expertos. Y más libres.
Os animo a practicar
elegir acompañar o no.
A practicar acompañar.
Y a practicar pedir ser
acompañado.
Son tres buenos regalos.
Gran sabiduría, la de acompañar...
ResponderEliminarEso es lo que tratamos de transmitir en las clases de Ayurveda... eso es lo que me transmite mi madre... eso es lo que hace la naturaleza...
Hermoso...
www.fincalafurriola.es
Gracias por estar siempre ahí :)
ResponderEliminarBs.